
Me pasé toda mi vida escolar explicando que no me llamo Miki por el ratón Mickey, al cual detesto. Y todavía sigo haciéndolo de vez en cuando, cuando la gente me pregunta, “Que te llamas…¿cómo?”. He de decir que a muchos le resulta exótico y me ha servido como excusa para ligar de vez en cuando. Algo bueno tenía que tener, ¿no?. Llega un momento de tu vida que aceptas tu nombre y a quien te lo ha dado. Y en ese momento te aceptas a ti mismo. Sí, a ti mismo, no a ti misma. Me gusta usar el genero masculino como neutro. Aunque dudo que los chicos se coman tanto el tarro.
He creado este rincón a modo de diario, en el que poder contar lo que me apetece, amparada en la privacidad de lo absolutamente público que es internet. Aunque parezca contradictorio no lo es. Y sé que el algoritmo de Google me está observando, valorando y clasificando. Pobrecito.
Nos vemos pronto,
Miki Blue
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