miércoles, 28 de septiembre de 2016

Tan sólo una mirada

Dolce Far Niente Auguste Toulmouche

Mirada sobre Auguste Toulmouche


Hay veces que sobran las palabras, porque la imagen lo transmite todo. Sólo que, en este caso es pintura, lo que tiene a mi juicio mucho mayor mérito. Eso es lo que me ha pasado al descubrir a Auguste Toulmouche y echar una mirada a su obra. Estoy enamorada de estas señoritas y de lo que se adivina tras sus gestos.

Estas muñecas (fue Emil Zolà quien las denomino Toulmouche's delicious dolls), fueron criticadas por considerar que representaban la superficialidad de una clase social y época, en vez de potenciar otros valores más elevados, como la familia y el esfuerzo (ensayo de Philip Hamerton’s en1895). Sin embargo, este análisis me parece una simpleza. La postura de la joven y el título del cuadro, “Dolce far niente” parece que describe la holgazanería de una chica acomodada, pero su semblante no me transmite hastío, sino un deprimente desasosiego interior del que no puedes escapar. Quizá la modelo de Auguste Toulmouche no perteneciera al mundo que su ropaje nos sugiere.

The Reluctant Bride Auguste Toulmouche

Si no, que se lo pregunten a esta protagonista, a la que intentan convencer para que se case ("The reluctant bride"), tal y como estaba previsto. Auguste Toulmouche ha captado el momento como si de una fotografía se tratara. La mirada de la novia, si pudiera, te mataría, por obligarla a hacer algo que no quiere. Los matrimonios de conveniencia eran habituales en la época. Me ha hecho recordar “El sí de las niñas” de Leandro Fernández de Moratín, lo que me ha llevado a descubrir que sigue ocurriendo incluso en países desarrollados, como Estados Unidos. Si quieres saber, pincha en este link, que a mí se me ha puesto mal cuerpo.

Young woman in an interior Auguste Toulmouche

Esta “Young woman in an interior” ha recibido una nota, y su rostro y semblante destilan alivio, e incluso diría que esperanza e ilusión. Las heroínas de las novelas de Jane Austen se ven sometidas a desagradables malentendidos, muchas veces difíciles de aclarar porque los condicionamientos sociales hacen imposible preguntar directamente ciertas cosas. En ocasiones tan sólo una mirada bastaba.

Vanity Auguste Toulmouche

Mira, que quieres que te diga, si tienen que hablar, que hablen, los haters van a odiarte de todos modos, pero un poco de Vanidad y darnos un beso todas las mañanas no puede hacer daño ("Vanity").

No he encontrado mucha información acerca de Auguste Toulmouche, sobre qué pensaría o qué pretendía, si sólo buscaba mostrar la belleza banal, o si le incomodaba tanta frivolidad. Pero sí bastante gente aventurando sobre ello. Sólo por eso, mi máximo respeto.









lunes, 12 de septiembre de 2016

Septiembre

Septiembre siempre ha tenido fama de melancólico.
Quizá sea el cambio de estación en esos países que sólo ven el sol durante la época de estío, y luego les aguarda una sucesión de meses grises y lluviosos. 

enfrentarse a septiembre


O por ser el final del verano, en el que vivimos aventuras imposibles de reproducir después. Pero no comparto la filosofía del wake me up when september ends. Nada que ver conmigo. Aunque te duermas, las cosas no van a desaparecer, hay que enfrentarse a ellas.


Sin embargo, hoy, septiembre, justo el día que anuncia un cambio brusco de temperaturas, que el aire huele a humedad y que ¡al fin! va a llover (odio el sol, este país es un secarral), he sentido “algo” parecido al mirar el armario.

Y me he dado cuenta de que quiero tirarlo todo.

Lo que vamos guardando año tras año, ropa, trastos y mierdas varias, siempre está conectado a emociones y recuerdos. De hecho es la base del “trastorno por acumulación”, que no es lo mismo que el síndrome de Diógenes.



Hay ropa de cuando estaba gorda, de cuando estaba flaca, de cuando vestía de colorines y escribía cuentos, clásica de trabajar en bufete de abogados, urbana de diseñador, gótica, de señora, de chica, de deporte, barata, cara, elástica, coraza, para tapar, para mostrar, para salir, para estar en casa. Agotador.

Desde luego, si el atuendo habla de ti, yo no sé quién soy. Tal vez la chica de ningún lado.

Quiero tirarlo todo, renovar el armario y olvidar. Creo que lo puedo conseguir.

gane a septiembre