Mirada sobre Auguste Toulmouche
Hay veces que sobran las
palabras, porque la imagen lo transmite todo. Sólo que, en este caso es
pintura, lo que tiene a mi juicio mucho mayor mérito. Eso es lo que me ha
pasado al descubrir a Auguste Toulmouche y echar una mirada a su obra. Estoy
enamorada de estas señoritas y de lo que se adivina tras sus gestos.
Estas muñecas (fue Emil Zolà
quien las denomino Toulmouche's delicious dolls), fueron criticadas por
considerar que representaban la superficialidad de una clase social y época, en
vez de potenciar otros valores más elevados, como la familia y el esfuerzo (ensayo de Philip Hamerton’s en1895). Sin embargo, este análisis me parece una simpleza. La
postura de la joven y el título del cuadro, “Dolce far niente” parece que
describe la holgazanería de una chica acomodada, pero su semblante no me transmite
hastío, sino un deprimente desasosiego interior del que no puedes escapar.
Quizá la modelo de Auguste Toulmouche no perteneciera al mundo que su ropaje
nos sugiere.
Si no, que se lo pregunten a esta
protagonista, a la que intentan convencer para que se case ("The reluctant
bride"), tal y como estaba previsto. Auguste Toulmouche ha captado el momento
como si de una fotografía se tratara. La mirada de la novia, si pudiera, te
mataría, por obligarla a hacer algo que no quiere. Los matrimonios de conveniencia
eran habituales en la época. Me ha hecho recordar “El sí de las niñas” de Leandro Fernández de Moratín, lo que me ha llevado a
descubrir que sigue ocurriendo incluso en países desarrollados, como Estados
Unidos. Si quieres saber, pincha en este link,
que a mí se me ha puesto mal cuerpo.
Esta “Young woman in an interior”
ha recibido una nota, y su rostro y semblante destilan alivio, e incluso diría
que esperanza e ilusión. Las heroínas de las novelas de Jane Austen se ven
sometidas a desagradables malentendidos, muchas veces difíciles de aclarar
porque los condicionamientos sociales hacen imposible preguntar directamente
ciertas cosas. En ocasiones tan sólo una mirada bastaba.
Mira, que quieres que te diga, si
tienen que hablar, que hablen, los haters van a odiarte de todos modos, pero un
poco de Vanidad y darnos un beso todas las mañanas no puede hacer daño ("Vanity").
No he
encontrado mucha información acerca de Auguste Toulmouche, sobre qué pensaría o
qué pretendía, si sólo buscaba mostrar la belleza banal, o si le incomodaba
tanta frivolidad. Pero sí bastante gente aventurando sobre ello. Sólo por eso,
mi máximo respeto.
Muy interesante la mirada de la señorita (o señora) Blue sobre Toulmouche. Las pinturas de belleza cautivadora. Y la novia ..., obviamente no se casa con Darcy..
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario!!
EliminarBuenisimo reportaje y genial escrito
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, muchas gracias!!
EliminarDebo estar enfermo. La primera señorita del diván parece mohína x falta de seco y la postura esta pidiendo a gritos un buen polvo . Igual ocurre con la apoyada en el vestidor. Cierto,fie una época Castrante,hipocrita, clasista y machista. Bien x kla escritora
ResponderEliminarLo bonito del arte es que tiene múltiples interpretaciones :) Muchas gracias por compartir tu opinión!!
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