sábado, 30 de julio de 2016

Olvidar es bueno

Desde hace algún tiempo vengo notando que tengo memoria de pez. Todo se me olvida. Es cierto, no recuerdo películas y libros que leí hace años. Pero hoy he descubierto una gran ventaja: volver sobre ellos es como si te adentraras en la historia por vez primera. Y es estupendo. Olvidar es bueno, porque el tiempo nos cambia, y las sensaciones y reflexiones que te producen son distintas. Emocionarse otra vez. ¡Maravilloso!.

La Princesa Mononoke - Ashitaka


Acabo de ver "La princesa Mononoke.La vi en su día con mi primer novio, allá por el Pleistoceno (¿veis cómo olvidar es bueno? -risas-). Y recuerdo que me gustó. Sin embargo ahora me ha encantado. Nada más empezar, con sus bellos parajes y colores, la tribu de la que procede el protagonista, Ashitaka, encendió una chispa en algún lugar de mi cerebro. Recuerdo unos libros que se llamaban “Dime por qué, dime qué es, dime dónde está”, que hablaban de los aínoslos pobladores originarios de Japón. 

Etnia Ainu - Japon
Decían que no eran asiáticos, sino de origen caucásico, y me puse a buscar como una loca en internet para ver si estaba en lo cierto. Ahora los llaman Aínu, quedan muy pocos, y están muy mezclados con la población mayoritaria. Pero coincide con lo que yo sospechaba. Sus indumentarias eran parecidas a otras etnias de tipo paleolítico, el animismo como religión y el modo de vida similar al de la última glaciación. Para que os hagáis una idea, es el mismo rollo de la tribu de la peli "Hermano Oso" de Disney.

Cuando el humano deja de ser paleolítico y se convierte en moderno, neolítico, o sea, agricultor, ganadero y metalúrgico, el choque de culturas es brutal y el impacto medioambiental despiadado. Y todo ello produce violencia. La violencia drama y resentimiento. Y eso te lleva al lado oscuro. Pero ¡eh!, no cambiemos de peli, ¿vale? (risas)

La Princesa Mononoke - San

He de confesar que me ha dejado con un poco de desasosiego, pues transmite a la perfección la naturaleza del ser humano, capaz de cosas buenas, pero por lo general bastante despiadado y destructor. Pero esa ambivalencia de luz y sombra, de ying y yang, también la tiene la Naturaleza, que conste. Que todo te lo da y todo te lo quita si le apetece, con un buen tsunami o cualquier otro evento aniquilador. A ver si vamos a pensar que el hombre tornó de recolector a productor por capricho. El asunto está en llegar a un equilibrio y que todo pueda convivir. Esa sería la moraleja de la película, creo. La historia te transporta. La dirección de arte te deja sin aliento, al menos a mí, aunque pueda parecer antigua para los amantes del anime actual. También es dura a veces, pero muy bien traído, y nada comparado con las orgías carniceras que hay ahora.

La princesa Mononoke - kodamas


No hace falta filosofar como yo para disfrutarla, que conste. Hay una heroína genial, que es la princesa. Fuerte e indómita. Y esos espíritus del bosque típicos de Japón, kodamastan monos, con carita de fantasma. Son tan bonicos que me los llevaba a mi casa, aunque a alguna gente le dan miedo o mal rollo.
La princesa Mononoke - Lady Eboshi
Me agrada el hecho de que haya muchos personajes femeninos fuertes e importantes, como Lady Eboshi o la Diosa Loba de nombre Moro. Mola. Un placer. Olvidar es bueno, pero en adelante la voy a recordar, creedme.



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